domingo, 18 de octubre de 2009

Las texturas de la Tierra


Es ahora, en otoño, cuando se puede ver la piel de la tierra en los campos del Aljarafe. La piel desnuda y marrón, agrietada por falta de agua, y con los restos de los girasoles que hace meses llenaban de dorado el aire. Mientras agachada observaba el suelo a la luz del atardecer, pensé que era muy poca la diferencia entre lo que yo miraba en ese instante, y lo que podría admirar si pusiese uno de mis brazos para poder observarlo través de un microscopio electrónico... Creo que todo se repite una y otra vez en el universo a mayor o menor escala, y a veces me pregunto si las células de nuestro cuerpo piensan si su universo conocido es infinito, o habrá vida en otros mundos que ellas no alcanzan a descubrir. Solo se que yo agradezco a las de mi cuerpo que me permitan estar aquí, llena de vida, meditando sobre estos mágicos misterios.

1 comentario:

  1. qué bonita la tierra, el suelo, que está tan vivo y nos alimenta, es como una madre, y sus arrugas son como nuestras arrugas en la piel, sí señora. ; )

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